El Coquena y el Ucumar.
¡Mis montañas! Mis valles... ¡Mi quebrada! Mi cordillera y mi Puna. Aquí, entre
murallones mágicos, y oscuros desfiladeros, lugares donde pocas veces ha pisado la
suela humana, vive Coquena. Son pocos los que han visto a Coquena, el Dios enano,
que viste y calza como los cholitos que arrean las vicuñas por el valle. Pero que tiene el
poder de hacerse invisible para llevarse las llamas cuando su pastor las trata mal.
Coquena ama la naturaleza, porque es un Dios antiguo, muy antiguo, que estaba aquí
mucho antes de que llegaran los hombres blancos. Tiene una mano liviana, liviana, de
lana, para los animales de la Puna. Y otra pesada, pesada. De plomo, para castigar a
los cazadores que matan los rebaños salvajes de llamas... Y que de tanto matar nuestros
animales, los han llevado al borde de la extinción.
Una vez, tres cazadores se internaron entre las montañas para matar todas las llamas
que encontraran. Cuando estaban apuntando sus escopetas sobre una pequeña e
indefensa llamita, se encontraron con Nico, el cholito. _ Tengan cuidao _ Les dijomiren
que no solamente anda por aquí Coquena, un Dios tan viejo que no puede nada
contra las armas de fuego, dicen que anda también el Ucumar. _ ¿Y quién es ese?
_Preguntaron los cazadores. _ Es un gigante que habita las montañas. A su paso, ¡la
tierra tiembla.!- Contestó el cholito, y se escurrió entre las rocas con su llamita antes
de que los cazadores pudieran dispararle.
- ¡Vamos hasta donde está Coquena! ¡Ahí debe haber muchas llamas para matar!
Dijeron los cazadores, y se internaron en la montaña. Y si. Allí estaban. En el Valle.
Cientos de llamas arreadas por el Dios enano y su inconfundible silbido. Los cazadores
ya apuntaban sus escopetas entusiasmados, cuando delante de sus ojos apareció
Coquena. -¡Momentou!- Pero los cazadores no se detuvieron, porque sabían que
Coquena no puede nada contra las armas de fuego- ¡No va a quedar ni una llama
viva!!! Gritaron. Y entonces sintieron unos pasos que hacían temblar las colinas. ¡No
venía en ayuda de Coquena. Y los cazadores corrieron tan rápidamente, tan
rápidamente, que nunca más se los vio por estos lados... Y así fue como un antiguo ser
mágico fue ayudado por otro, más nuevito, que conoce mejor como enfrentar los
tiempos que corren.
sorry, no encuentro cosas en inglés. Igual lo que he podido ver tiene mucho de relación con la intensificación. las felicito y espero que sigan con este esfuerzo. cariños Elena Rivas
ResponderEliminar